Quizá te lloré, queriendo hurtar aquellos ojos amarillentos.
Cuando él habla, tus oídos se vuelven un cementerio de palabras
y te abraza el triste descontento.
Quizá te lamía las pupilas asperas,
aquellos pequeños circulos semiperfectos qeu no hacían mas qeu confesar.
Quizá te vuelva a mirar, a hacercarme a tu piel escandalosa y exitante,
y recordar, sobre aquel rectangulo insaciable,
ese sudor qeu se mezcla y nuestras vocas sedientas
.... Quizá te quise mucho, muchisimo.
Se fue callendo la estampida de aspiraciones hipocritas
y la increíble causa de tus caricias se volvio una pieza mas
de la cotidianeidad asquerosa.
lunes, 23 de febrero de 2009
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Hola, Feli! Qué bueno! No sabía lo de tu blog. lo voy a visitar seguido. Te mando un beso grande. Te quiero mucho! Fa
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